Por: Alexandra Ampuero
Publicado el 23 de mayo de 2023
Dos adolescentes de cuarto de secundaria terminan el año escolar y discuten sobre su futuro económico y los problemas que su familia afronta para sobrellevar el día a día. Ambas viven en condiciones de pobreza extrema en una localidad del Cusco. Deciden trabajar en los meses de vacaciones. Van a una zona comercial donde leen en varios avisos publicitarios: “Se busca moza”, “Se busca azafata”, “Se busca ayudante de restaurante”, entre otros. Una señora de aproximadamente 40 años se les acerca y les ofrece ser damas de compañía en Madre de Dios. “No sabía qué significaba dama de compañía, y nos dijo que era acompañar a los clientes a tomar agua”, cuenta una de las adolescentes de 16 años.
Este caso revela una de las formas de captación más comunes para este delito: la oferta de trabajo perfecta. Sin embargo, de los 1.200 soles ofrecidos al inicio, las adolescentes solo recibieron 800 y 900 soles por un mes de trabajo. Les descontaron los pasajes para llegar al bar, donde eran explotadas, y sus consumos diarios. Dichas acciones agravan aún más el delito por configurar también la explotación laboral. En el bar se encontró a ocho señoritas más durante una intervención de la Fiscalía Especializada en Trata de Personas (Fistrap) en febrero del 2018. Cinco años después, marzo de 2023, recién salió la sentencia del delito.
Delito de trata de personas en aumento: 19 registros diarios
Este es uno de los 29.400 casos que registró el Ministerio Público entre el 2018 y 2023. Aunque la cifra cayó considerablemente en la pandemia a 3.915 registros en el 2020, está volviendo a acentuarse. El año pasado se obtuvo 6.107 casos; y en lo que va de este, 2.222. Todo apunta a que en diciembre se superará la cifra.
Son más de 2.000 las denuncias recibidas entre enero y abril de este año, y 688 son investigadas en la Fistrap. Las demás son derivadas a las fiscalías especializadas de crimen organizado, lavado de activos y corrupción de funcionarios, entre otras.
De las 688 carpetas administradas por las 14 fiscalías especializadas en todo el Perú, Arequipa registró 115 casos, siendo la provincia fiscal con mayor incidencia de trata de personas. Le siguen Lima Norte con 70, Tumbes con 65, Loreto con 62 y Lima Centro con 61 denuncias.
Según la fiscal superior Rocío Gala Gálvez, coordinadora de las fiscalías especializadas en este delito, el flujo migratorio explica, en gran parte, el incremento de bandas que se dedican a este crimen. “Ahora la trata de personas viene ligada con el tráfico de migrantes. Es más notorio el tema de extranjeros, como autores y como víctimas. Su condición de vulnerabilidad las hace presa fácil y son mucho más cosificadas. Las amedrentan de forma violenta y las chantajean por el tema de su nacionalidad. Muchas vienen con la idea de trabajar, pero acá las obligan a otra cosa: como no conocen a nadie, son totalmente vulnerables”, señala.
Otro factor que ha incrementado la trata de personas, en la modalidad de explotación sexual, es la lotificación de las zonas destinadas a la prostitución. Gala indica que actualmente son más los tratantes que ejercen la extorsión a estas mujeres, por lo que las hacen parte de la red como víctimas. Es decir, ya no ejercen autónomamente, sino que tienen que pagar cupos, y esta es considerada una forma de sometimiento.
Víctimas de trata de personas en Lima y Callao. Foto: Marco Cotrina / La República
Captadas para explotación sexual en su mayoría
Otro de los casos a los que tuvo acceso La República relata cómo dos jóvenes de 17 y 18 años fueron captadas por un proxeneta que se dedicaba a reclutar mujeres para “clientes frecuentes”. Su historia evidencia cómo la red se dedica a captar, secuestrar, extorsionar y explotar sexualmente.
Las redes dedicadas a la explotación sexual son el fin más usual en la trata de personas. Solo en el 2023 se recibió 68 denuncias de este tipo. Le sigue la explotación laboral, con 48 casos.
Golpe al delito
En lo que va del 2023, la Fistrap logró 44 sentencias condenatorias para los tratantes. El año pasado consiguió 170. Además, la entidad viene incorporando a personas jurídicas en sus investigaciones. “Así buscamos imputar a los bares y hoteles, porque pasa que los detienen y al día siguiente abren nuevamente. Nuestro objetivo es demostrar que ese supuesto bar, hotel, night club, en el fondo, es un medio para explotar personas”, explica Gala.
En el caso mostrado al inicio, el bar para el que laboraron las escolares fue intervenido hasta en dos oportunidades, pero luego volvía a operar con el mismo fin. En ambas ocasiones escondieron a las menores de edad para utilizar la excusa de que ahí solo trabajaban mayores.
A pesar de los esfuerzos del Ministerio Público para erradicar este delito, una de las principales trabas que enfrentan es la poca cooperación de las víctimas. “Esto se debe a que la trata empieza con un secuestro mental”, apunta la fiscal. “En la mayoría de los casos que investigamos, las víctimas no cooperan con las denuncias, ya que están mentalizadas de que no son víctimas. Han sido tan desvalorizadas, son tan vulnerables, que no saben sus derechos, no se reconocen como víctimas al haber sido cosificadas e instrumentalizadas. Por eso, jamás piensan en denunciar”, complementa.
