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Pruebas rápidas serológicas contra la COVID-19 aún se registran a pesar de su cuestionamiento

En diciembre del 2021 se aplicaron más de 90 mil pruebas rápidas serológicas en todo el territorio nacional. Un mes antes el registro fue de aproximadamente 158 mil. Si bien diversas instituciones internacionales advirtieron sobre su uso y aplicación, los datos consignados de estas en el país aún son actualizados día a día.

Por: Milagros Requena Calderón / Unidad LR Data
Publicado el 13 de enero de 2022

Perú fue uno de los pocos países en la región que priorizó el empleo de las pruebas rápidas serológicas, también llamadas de anticuerpos, como método oficial de diagnóstico e identificación de pacientes infectados por SARS-CoV-2 durante la pandemia y, principalmente, al inicio de esta.

Ha pasado más de un año, nos encontramos en plena tercera ola de la COVID-19 en el país y, sin embargo, todavía se registra uso de pruebas serológicas. Así se evidencia en cifras obtenidas a través del “Formulario Único F100, registro de pruebas rápidas” del Ministerio de Salud (Minsa).

Para ahondar en los registros encontrados, esta unidad se comunicó con diversas instituciones del Minsa, pero todas derivaron la vocería y no respondieron a las preguntas planteadas.

Registros de aplicación

La información exhibida en la plataforma de Datos Abiertos del Gobierno indica que entre el 15 de marzo de 2020 y el martes 11 enero de 2022 se han aplicado 17.723.713 pruebas serológicas en todo el territorio nacional.

Esta cifra es el valor más alto registrado entre los otros tipos de pruebas rápidas que también se consignan. En este grupo se encuentra la prueba rápida de antígenos, que permite confirmar el diagnóstico de un paciente COVID-19 sintomático, y la prueba rápida serológica por quimioluminiscencia, que mide por otro método los anticuerpos generados en un paciente por la enfermedad.

Si se analizan los datos por regiones en el mismo rango de fechas, Lima y Arequipa son los departamentos que más pruebas serológicas han aplicado en su población desde el inicio de la pandemia: 7.904.852 y 1.595.590, respectivamente. Por su parte, Madre de Dios y Tumbes son las que menos registros tuvieron: 96.981 y 74.076.

Si bien la aplicación de las pruebas rápidas serológicas en los últimos meses ha disminuido —de acuerdo a lo reportado— aún es posible apreciar su aplicación diaria. Tan solo en el mes de diciembre se inscribieron 90.141 pruebas serológicas en el Formulario Único F100.

Un mes antes, en noviembre, el registro fue de 157.884 pruebas rápidas serológicas; mientras que, en octubre, se consignaron 167.974.

Un análisis a los dos últimos meses (noviembre y diciembre) señala que Lima y Arequipa son las regiones que más pruebas rápidas serológicas COVID-19 siguen aplicando. En ambos meses, Lima consignó 106.749 registros y Arequipa 42.226 exámenes rápidos.

En el caso de la metodología por quimioluminiscencia, el último registro fue del 20 de diciembre de 2021. Hasta esa fecha se aplicaron 214.515 pruebas de este tipo.

Resultados cuestionados

Uno de los cuestionamientos a la aplicación de las pruebas serológicas es que no detectan el virus, sino los anticuerpos que generan en la sangre de un paciente contagiado de COVID-19.

Estas defensas son los IgM (inmoglobulina M) y los IgG (inmunoglobulina G), que pueden tardar en aparecer incluso más de 7 días después del contagio. Por ello, es muy probable que al inicio de la infección, aún con síntomas en una persona contagiada, la prueba resulte negativa.

En octubre del 2020, El Minsa actualizó su método de diagnóstico de COVID-19 y uso de pruebas de descartes. En aquella fecha indicó que los pacientes que presentaban síntomas de la enfermedad en los primeros 7 días eran sometidos a pruebas moleculares, mientras que aquellos que llegaban a un centro de salud con síntomas y más de 7 días les correspondía la prueba rápida.

Meses más tarde, a inicios del 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó la recomendación de las estrategias sanitarias para la realización de las pruebas COVID-19 con base en los estudios científicos desarrollados.

Entre las recomendaciones se puntualizó que la prueba molecular, también conocida como PCR, y la prueba rápida de antígenos eran las que permitían identificar el diagnóstico de una infección en curso por el SARS-CoV-2. Además, se señaló que la prueba serológica cuantifica la respuesta inmunitaria, es decir, posibilita la distinción de quién se infectó con anterioridad.

En la actualidad, el Minsa sugiere el uso de la prueba molecular y de antígenos para la detección de pacientes COVID-19; sin embargo, tal y como hemos evidenciado en este informe, aún es posible encontrar la aplicación de pruebas rápidas de sangre en el país.

Carlos Medina, médico infectólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, cuestiona la forma en la que se han utilizado y se siguen utilizando las pruebas rápidas serológicas en el país. “Con todo lo que se ha avanzado con la pandemia es muy irresponsable seguir usando pruebas (de este tipo)”, precisa.

Por su parte, Víctor Zamora, exministro de Salud, comenta que si bien al inicio se aprobó el uso de estas pruebas, con el desarrollo de la pandemia se mejoró la forma de detección de los pacientes contagiados por el SARS-CoV-2, por lo que también cuestionó el empleo actual de estas pruebas.

“El protocolo ha sido modificado, si el Gobierno ha hecho una inversión para aumentar la capacidad instalada de pruebas moleculares y además ha comprado pruebas antigénicas, la única razón que se me ocurre que sigan empleando (estas) pruebas es que haya en los almacenes pruebas serológicas”, puntualiza.

Autoridades sin responsabilidad

Este medio también se comunicó con el Instituto Nacional de Salud (INS) para ahondar en el alcance de las pruebas rápidas serológicas; sin embargo, no accedieron a una entrevista, nos derivaron al Minsa y alegaron que dicha institución ve pruebas moleculares.

Por su parte, desde el Minsa nos dirigieron al INS al precisar que es competencia de dicha institución el tema abordado en este informe.

El médico infectólogo Medina precisa que si bien es el Minsa el ente regulador sanitario, otras instituciones como el Cenares, Digemid, INS y CDC también deberían sentar una posición sobre su uso, ya que “están emitiendo estadística (sobre las pruebas serológicas) (...), que tiende a alterar la data que se está creando”.

Por ello, recalca que la medida debería ser eliminar del mercado estas pruebas para que no se usen como métodos de diagnóstico para los pacientes COVID-19.

Una revisión al Sistema de Consultas COVID-19 del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) evidencia que desde esta institución se han distribuido 5.816.111 pruebas serológicas a diversas instituciones públicas desde el 28 de marzo de 2020 hasta el 27 de abril de 2021, fecha última en la que se distribuyó este producto.

Sin embargo, al consultar a Cenares sobre la adquisición de este tipo de pruebas se nos informó que estas entregas fueron transferencias y donaciones realizadas solo durante el año 2020.

En el portal de transparencia contratos COVID-19 de Perú Compras se señala que se han adquirido 5.233.346 pruebas rápidas IGG/IGM por el monto de S/ 105.791.416,04.

El extitular de la cartera de Salud indica que si bien estas pruebas son de utilidad para los estudios de seroprevalencia, que identifican la cantidad de personas que se han infectado en una población, no es posible saber si el registro rutinario es para tales fines.

Desde el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa se nos comunicó que estas pruebas se aplican de manera muy reducida y que “ya no son parte de la política de vigilancia del gobierno peruano”.

No obstante, en el portal “Estudio de Seroprevalencia para COVID-19 en el Perú” de dicha institución se puede apreciar que casi todas las regiones ya cuentan con estudios de seroprevalencia a excepción de Iquitos y Arequipa. En estas dos últimas regiones se podría justificar el uso de tales test para dichos fines.

Desde el inicio de este 2022 hasta el martes 11 de enero se han registrado 3.947 pruebas serológicas, aunque la cantidad diaria de inscripción ha disminuido desde el 5 de enero a menos de 20 por día. La única región que ha tenido registro diario desde el miércoles 5 es Moquegua.

Esta unidad no pudo determinar si se debe a un subregistro o si es porque se ha paralizado definitivamente el uso de las pruebas rápidas serológicas, pero el hecho de que esto llegue recién al inicio de la tercera ola es un indicativo preocupante.

En la publicación diaria de la sala situacional COVID-19 aún es posible apreciar que el registro de los casos confirmados en las últimas 24 horas se incluyen las pruebas moleculares, antígenas y finalmente las rápidas.