Por: María Morales Isla / Unidad LR Data
Publicado el 22 de diciembre de 2022
El 2022 marcó el retorno a las clases presenciales luego de dos años de la pandemia de COVID-19, pero también reveló un problema que siguió sigilosamente en las aulas: el bullying. Los casos de acoso escolar entre estudiantes registraron casi 2.500 denuncias, según el portal SíSeVe del Ministerio de Educación (Minedu), hasta noviembre de este año.
Los 2.484 casos representan el registro más alto de los últimos nueve años, desde la creación del portal del Minedu. En total, entre 2013 y 2022, se han reportado 10.236 denuncias de bullying, un número que se eleva de manera sostenida. Asimismo, existe un subregistro de casos que se intensificó durante la emergencia sanitaria: hubo solo 112 y 118 reportes en 2020 y 2021, respectivamente. Pese a ello, no todas las UGEL cuentan con estrategias de bienestar socioemocional o planes de convivencia escolar.
En un informe anterior de LR Data, Freddy Sánchez, vocero del Minedu, enfatizó que la característica de la violencia se ha dado cara a cara en el recreo o en las aulas. “La mayor cantidad de reportes responden a eso: hay un aumento. Pero hubo también una disminución con el aislamiento por la no presencialidad. Igual, la violencia se trasladó a los medios tecnológicos”, expresó.
De la cifra total de denuncias de violencia escolar, la mayoría de reportes corresponde a las UGEL de Lima Metropolitana, donde estas oscilan entre los 900 y cerca de 1.500 casos. De acuerdo con SíSeVe, las que presentan un mayor número son las UGEL de Lima Cercado (1.474), San Borja (1.323), Rímac (1.313), Ate (970), Comas (927), San Juan de Miraflores (914) y San Juan de Lurigancho (566).
Incrementan casos de violencia física
La violencia entre estudiantes se ha manifestado, en su mayoría, a través del acoso, el aislamiento, la intimidación o las agresiones verbales. Sin embargo, este año, hubo alumnos que terminaron hospitalizados, como un adolescente que fue víctima en Carabayllo o un menor de 10 años que sufrió quemaduras luego de que cuatro compañeros le esparcieran alcohol.
En 2022 se reportaron 308 casos de jóvenes con lesiones físicas. De ese número, la frecuencia de agresiones fueron de dos a tres veces (202), de cuatro a cinco (49) y de seis a más (57). Ello demuestra que hay una cultura del silencio, toda vez que las denuncias no se realizan en la primera situación de violencia.
El vocero del Minedu ya había advertido que los escolares y padres tienen una desconfianza con respecto a las instituciones de protección, como la escuela o los docentes, debido a que piensan que los casos no se van a tratar o se desconocen los canales de atención.
La mayoría de las agresiones con lesiones físicas se registran en el nivel primario, con un total de 140 denuncias. Luego le sigue secundaria (123), inicial (39), cuna (4) y en la educación básica alternativa (2).
En esos dos primeros niveles educativos —primaria y secundaria— se registran, a su vez, las cifras más altas de acoso escolar en distintas modalidades. Pero allí existe un problema para atender estos casos, puesto que los psicólogos educativos se concentran en Lima Metropolitana y, sobre todo, en secundaria. Por ejemplo, Amazonas solo tiene un psicólogo para el sector primario, de acuerdo con el último censo escolar.
Sin registro de lineamientos antibullying
En el país existe la Ley N.° 29719 y sus lineamientos de convivencia escolar, los cuales establecen que los colegios públicos y privados están supeditados a notificar los actos de violencia ante el Minedu y el portal SíSeVe. Sin embargo, las escuelas prefieren solucionar estos hechos de manera interna.
El Censo Escolar 2022 revela que si bien las UGEL tienen conocimiento de las medidas preventivas contra el acoso escolar, la mayoría no cuenta con planes de bienestar socioemocional para los estudiantes. Así, de las 220 UGEL a nivel nacional, 115 no presentan estrategias para ello.
Con respecto a la convivencia escolar, 56 UGEL no manejan planes de monitoreo y reinserción de estudiantes. Esa situación se refuerza con los reportes de la Defensoría del Pueblo. En 2019, la institución publicó un informe que enfatizó que el 40% de los colegios en zonas urbanas no registran normas de convivencia.
A ello se suma que el Minedu no tiene un registro de escuelas que cumplan con las medidas de prevención: solo toman conocimiento del caso si se reporta en la plataforma SíSeVe o es mediático.
Cabe precisar que, la norma no tipifica el bullying como delito, por lo que se encarga sobre todo de la prevención. Según Cristian Rivas-Castillo, en su artículo “Políticas públicas de violencia escolar en América Latina” (2020), existen deficiencias en la ley para sancionar a las instituciones.
No obstante, los padres y las madres pueden recurrir a Indecopi, pues la entidad emite una multa si el colegio no cumplió con sus obligaciones frente al bullying. Por la desidia de las escuelas también existe un antecedente. En 2013, el Poder Judicial falló contra el colegio Salesiano de Cusco y designó una reparación de 100.000 soles a favor de la víctima. La sentencia se amparó en derechos internacionales.
Solo una sentencia y sin lineamientos en las escuelas, mientras la violencia escolar continúa incrementándose.
Canales de ayuda
Si has sido o eres víctima de violencia escolar por un profesor o compañero de clase, puedes realizar la denuncia en SíSeVe por medio de su página web (http://www.siseve.pe/Web/) o a la línea gratuita 0880-76888.
Si un colegio ha incumplido con las medidas antibullying, el padre o la madre pueden reportar el caso a Indecopi. Las vías son: sacreclamo@indecopi.gob.pe o por la plataforma https://enlinea.indecopi.gob.pe/reclamavirtual; también por las líneas 224-7777 (Lima) y 0800-4-4040 (provincias).