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Estudiantes sin ruta: la estrategia de las universidades que pretenden sabotear a la Sunedu

Situación afecta a más de 55.000 estudiantes en todo el país, de acuerdo a cifras de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Especialistas sugieren que este escenario estaría siendo provocado por las mismas universidades no licenciadas con el objetivo de no perder estudiantes.

Por: Alexis Revollé / Unidad LR Data
Publicado el 25 de febrero de 2022

Hace más de dos años, Julio* se enteró de que la universidad en donde estudiaba no había sido licenciada por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Si bien mantuvo sus clases hasta mediados de 2021, no ha podido —hasta ahora— conseguir una alternativa para continuar su formación. El plazo para que su centro de estudio inicie su proceso de licenciamiento venció y la angustia de Julio* aumentó con el paso del tiempo. Su interés por suscribirse a algún convenio u optar por un traslado ha sido infructuoso. Desea seguir estudiando, pero no puede.

Julio*, de 24 años, lo explica con resignación. “Desde que no se le dio el licenciamiento a Telesup [en 2019], sabíamos que de alguna manera teníamos que buscar que nos garanticen el seguir con nuestros estudios, pero no hemos podido. La universidad nos pone trabas cada vez que intentamos dar con alguna solución. Es el caso mío y de varios compañeros, no solo de mi carrera”, lamenta.

De acuerdo a Sunedu, 55 mil 856 estudiantes provenientes de universidades cuyo licenciamiento fue denegado no cuentan con una ruta de continuidad —es decir, no continúan estudiando en su universidad de origen, ni se han trasladado a otra, ni han egresado de sus respectivas carreras— para sus estudios. La cifra, reportada en enero, pone de manifiesto una situación que no termina de resolverse no solo para las y los jóvenes afectados, sino también para sus familias. Un futuro incierto que pone en vilo el futuro de su vida profesional y académica.

“Desde mediados del año pasado conseguí un trabajo de medio tiempo que me ayuda con algunos gastos, pero no tiene nada que ver con mi carrera. Yo quisiera poder desenvolverme en un puesto acorde con lo que estoy estudiando, pero para eso tengo que graduarme. ¿Cuándo será eso? No lo sé. Mis padres sufren conmigo esta situación, porque ellos me motivaron a estudiar con bastante ilusión”, agrega Julio*, estudiante de derecho cuyo nombre real prefiere mantener en reserva.

A Telesup, que contaba con más de 20.000 estudiantes en sus siete locales de Lima, se le denegó el licenciamiento en mayo de 2019. La decisión fue tomada por la Sunedu porque la casa de estudios no cumplía con ninguna de las ocho Condiciones Básicas de Calidad (CBC) establecidas en la Ley Universitaria.

En base a los testimonios, el escenario para los estudiantes es entorpecido por la administración de algunos centros de estudios que no facilitan los convenios. Hasta ahora se han suscrito más de 70 convenios, de acuerdo a Sunedu, en un panorama donde las universidades denegadas deben realizar convenios de traslado con universidades licenciadas en caso no estén preparadas para optar por el licenciamiento. Sin embargo, esto no está sucediendo en todos los casos. Los perjudicados son los estudiantes, ya que no pueden seguir estudiando si no se les da las facilidades..

Hasta diciembre de 2021, de los 254.027 estudiantes provenientes de universidades no licenciadas por la Sunedu, 198.141 ya contaban con una ruta de continuidad. De este grupo, 86.859 está matriculado en su universidad de origen, con miras a un licenciamiento; 55.562 se trasladaron a una universidad licenciada; 59.988 egresaron; y 1.932 tienen listos sus documentos para llevar a cabo su traslado.

Made with Flourish

El otro grupo, el de los que no tienen ruta como es el caso de Julio*, permanece a la deriva.

Frente a ello, desde Sunedu se ha aclarado en reiteradas ocasiones que el objetivo no es dejar desamparados a estudiantes. Por el contrario, se han implementado una serie de medidas para garantizar la continuidad de sus estudios como ampliar el cese de una universidad denegada hasta por cinco años. El problema es que no todas las universidades con licencia denegada están siguiendo los pasos que se han recomendado, lo cual estaría generando esta dificultad..

El problema se extendería a miles de casos y podría, a la larga, dejar sin oportunidades a quienes no encuentran una salida hasta ahora.

Brenda*, estudiante de turismo y hotelería de 26 años, pasa por una situación similar. Desde mediados de 2021 ha solicitado su traslado a una universidad licenciada, con la esperanza de poder culminar sus clases sin que el tiempo se dilate demasiado para ella. Pese a sus esfuerzos sigue sin lograrlo.

“Para mí el problema ha sido que mi universidad no ha empezado ningún proceso de licenciamiento todavía, o sea, que mi única opción es irme a otra. Pero ahí tampoco me dan las facilidades porque dicen que no hay convenios todavía. Entonces, ¿qué hago? Me falta menos de dos años para terminar la carrera y no quiero perder tiempo para ser profesional”, relata.

La estudiante, proveniente de la Universidad peruana de Investigación y negocios (UPEIN) —cuyo licenciamiento fue denegado en noviembre de 2018—, solo pudo estudiar hasta la mitad del año pasado. Afirma que envió un formulario facilitado por Sunedu, pero hasta la fecha la universidad en cuestión no le ha otorgado las opciones que tendría para garantizar su continuidad académica.

Una estrategia para ganar tiempo

Para Fiorella Cárdenas, especialista en políticas públicas en materia de educación, esta situación sería resultado de un mecanismo desarrollado por algunas universidades para ganar tiempo. Es decir, con el objetivo de no perder estudiantes mientras, en instancias como el Congreso, se aprueban normas que favorecerían el retorno de su funcionamiento.

“Es posible que estas universidades estén a la espera de lo que suceda en la Comisión de Educación del Congreso, donde se viene discutiendo una modificación importante que dinamitaría la esencia misma de la Sunedu. De llegar a suceder esto, varias universidades podrían asegurar su funcionamiento a pesar que no han mejorado sus estándares de calidad”, enfatiza.

Made with Flourish

El pasado martes 1 de febrero, la Comisión de Educación del Congreso aprobó, en primera votación, la ley que propone modificar el Consejo Directivo de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Una segunda votación está pendiente y podría traerse abajo la tarea que ha llevado a cabo esta entidad.

“El problema es que estas universidades, antes que casas de estudio que promueven el pensamiento crítico o la investigación, son empresas que siguen viendo al estudiante como capital. Ya ni siquiera humano, sino capital económico. Perder estudiantes para ellos es perder dinero. Y piensan que eso se arregla con una buena jugada de algunos sectores del parlamento”, añade Cárdenas.

Por su parte, el investigador y experto en temas educativos, Jesús Robles, sugiere que se trata de un objetivo buscado por algunos sectores del parlamento.

“Sabemos que hay ciertos grupos parlamentarios incómodos con la Sunedu, que desde hace mucho están viendo la forma de llevar a cabo una contrarreforma universitaria, como se ha llamado al conjunto de sus acciones. Lo que buscan ahora es recomponer el Consejo Directivo para que los rectores de las universidades sean quienes elijan a sus integrantes. Es muy peligroso para nuestra educación”, remarca.

La principal consecuencia sería que, en efecto, un eventual Consejo Directivo, conformado por rectores, vuelva a encender la luz verde a muchas de las universidades que hasta hoy no han empezado trámites para buscar el licenciamiento, o que ni siquiera han ofrecido convenios a sus estudiantes sin ruta.

Hasta el momento, el pleno no ha definido una fecha para la segunda votación que emitirá la Comisión de Educación respecto a la ley que afectaría a la Sunedu. Mientras tanto, será crucial que la ciudadanía no pierda de vista este tema. “Luego de esa primera votación, tenemos que estar vigilantes de lo que suceda en el Congreso. El futuro de miles de estudiantes depende de ello”, concluye Robles.

Avances importantes

De acuerdo a la Sunedu, cada vez son menos las universidades que estarían poniendo trabas a la continuidad de formación de sus propios estudiantes. La entidad ha dado a conocer que de las 44 universidades cuyo licenciamiento fue denegado —que ahora son 43, luego de que la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica obtuviera el licenciamiento—, al menos 26 ya suscribieron convenios con universidades licenciadas.

En todo el país, el 78% de estudiantes de universidades denegadas ya tienen ruta. De acuerdo a las cifras reportadas, resaltan las regiones de Arequipa, Áncash, Loreto, Moquegua y Puno. En ellas, entre un 60% y 70% de estudiantes cuenta con una ruta de continuidad.

Made with Flourish

La institución resaltó que lo conseguido en estas regiones es resultado de un esfuerzo que se viene gestando entre la Sunedu y los centros de estudios. 

 

*Los nombres reales de los estudiantes consultados para este informe se mantienen en reserva a pedido de las personas entrevistadas.