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Docentes sin certezas luego de 18 meses lejos de las aulas

Si bien la inmunización a menores de edad no ha iniciado en todas las regiones, a la fecha 7.328 niños y adolescentes de entre 11 y 16 años, han recibido ambas dosis de la vacuna contra la COVID-19. El porcentaje de docentes vacunados (67% a setiembre), por otra parte, solo se conoce a través de comunicados que emite el Minsa cada cierto tiempo. Y las dudas de los docentes ante un escenario incierto se siguen multiplicando.

Por: Alexis Revollé / Unidad LR Data
Publicado el 06 de octubre de 2021

En su voz se adivina cierta impaciencia. La espera de Carmen Fernandez, una maestra de 51 años, se hace cada vez más larga. Ya van 18 meses sin pisar el aula y la incertidumbre reina frente a un retorno a clases todavía incierto para ella. “En pocos meses va a terminar el 2021 y aún no sabemos cuándo volveremos a estar con nuestros estudiantes”, lamenta. Su sensación es la de miles de docentes peruanos, adaptados a la virtualidad de la educación remota, pero ansiosos por reencontrar esa atmósfera que solo aparece en un salón de clases.

El plan piloto del Ministerio de Educación (Minedu) inició el 15 de setiembre en Lima Metropolitana. Un total de 13.371 estudiantes, de 16 colegios de la capital, conocieron la modalidad semipresencial. De acuerdo a la entidad, hasta inicios de aquel mes, las clases semipresenciales permitieron el retorno de 230.000 escolares en todo el país. Sin embargo, las semanas posteriores abrieron una serie de dudas en torno al esperado regreso a las aulas.

“No hay día en que mis estudiantes no me pregunten cuándo vamos a volver [a las clases presenciales]. Yo siempre les digo que lo estamos conversando con la dirección y que ya pronto nos veremos otra vez. Pero la verdad es que no tenemos certezas”, comenta Fernandez, quien es profesora en un colegio privado del Rímac. “Eso se extraña, estar ahí con los chicos, lanzar una pregunta y ver sus manos levantadas, o sea sus manos de verdad, ya no un botón en la pantalla de la computadora”, agrega.

Lo cierto es que nadie sabe cuándo. Yovana Cáceres, maestra de un colegio particular en Magdalena, relata una situación parecida. “Los chicos quieren ya estar en el aula de nuevo. Están algo impacientes. Pero no son solo ellos. Los papás también constantemente envían mensajes preguntando cuándo van a abrir el colegio. Es un tema angustiante para nosotros los profesores porque no estamos seguros de una fecha exacta, y si les dices que será el próximo año no lo aceptan”, cuenta la docente de 33 años.

El panorama se torna todavía más problemático en un contexto de zozobra ante la posible tercera ola de COVID-19. Con más de 11 millones de personas vacunadas con dos dosis a nivel nacional, la situación del sector educativo no se vislumbra con claridad pese al notable descenso de casos y muertes diarias producto de la pandemia.

Primer día de clases semipresenciales en colegio de Miraflores.Primer día de clases semipresenciales en colegio de Miraflores. (Foto: Carlos Contreras / GLR)

“Si bien los protocolos de bioseguridad para la educación semipresencial se vienen aplicando en los pocos centros educativos que han retomado las clases, existen condiciones que potenciarían el proceso, como un avance importante en la vacunación del personal docente. Sobre todo, mientras no se inicie la vacunación a menores de edad en todas las regiones”, indica Laura Céspedes, especialista en salud pública.

Números desconocidos

Para este informe se solicitó al Minsa datos actualizados sobre la vacunación a maestros y maestras en el país, pero la entidad no dio respuesta al pedido. Aseguraron que la información se haría pública mediante un comunicado de prensa. Días después, en efecto, fue emitido el comunicado. El pasado 23 de setiembre, el Minsa informó que 518.587 docentes han recibido las dos dosis de la vacuna, cifra que representa cerca del 70% de la población de profesores que se aspira inmunizar: 778.518. Al cierre de este informe, por desgracia, no hay manera de hacer seguimiento a dicho número.

Esto significa que, por el momento, para saber la cantidad de personal docente vacunado solo se puede recurrir a comunicados que emita el Minsa cada cierto tiempo. “Esa es información elemental para el presente y el futuro de la educación en el país. Y no se le está facilitando a la ciudadanía, que necesita conocer este tipo de datos para, por ejemplo, darse una idea de cuán seguro será el retorno a clases de sus hijos”, apunta la experta en temas educativos, Carla Gamberini.

Un asunto en el que juega un rol fundamental el nivel de vulnerabilidad de la población involucrada. En este caso, profesores y estudiantes. ¿Qué nos dicen los grupos de edad respecto al personal docente? De acuerdo a registros del Ministerio de Educación (Minedu) al 2020, la mayoría de docentes en el Perú tiene entre 30 y 49 años —55.9% del total—. Luego está el grupo de entre 50 y 59 años —25.7%—; y por último los menores de 29 y los de 60 a más, que representan el 9.3% y el 9.2% del total, respectivamente.

A mí me aplicaron la segunda dosis a inicios de setiembre. Gracias a Dios, mi familia está bien después de todo lo que ha pasado con esto de la pandemia. Pero muchos colegas perdieron la vida. No sé cuántos. Es triste pensar en lo desprotegidos que hemos estado los maestros en todo este tiempo. Tampoco sé cuándo vamos a regresar a las clases presenciales, pero que al menos en eso nos den la seguridad que vamos a estar a salvo”, dice Joel Bustamante, de 33 años, profesor de Física y Química en un colegio del Callao.

Cada día, este maestro de 33 años inicia sus clases vía Zoom alrededor de las 9 de la mañana. Desayuna frente a la computadora a la vez que revisa apuntes y ejercicios que trabajará con sus estudiantes. Bustamante relata además que, debido a la situación económica, tuvo que empezar a dar clases particulares por las tardes. “Nos bajaron el sueldo a todos, así que busqué una oportunidad después de aprender a usar esto del Zoom”, cuenta.

Pese a todo, se siente afortunado. Durante los últimos 18 meses, lejos de las aulas, se ha enterado de la partida de al menos una veintena de sus colegas. “Ha sido terrible. Y de alguna manera uno se siente afortunado de tener a su familia con salud”, concluye.

A la fecha, se desconoce cuántos docentes han perdido la vida a causa del coronavirus desde marzo de 2020. Algunos esfuerzos de organizaciones como el SUTEP, a mediados del año pasado, recolectaban nombres de maestros fallecidos. Con el transcurso de los meses, sin embargo, aquella cifra parece haber quedado en el olvido.

“Justamente, para que no se sigan poniendo en riesgo las vidas de los docentes, es que debe integrarse la información relacionada a la pandemia en el sector educación. Salud y educación son dos pilares de cualquier sociedad democrática que, a partir de ahora, ya no deben separarse jamás. El retorno a clases depende en gran medida de que se logre eso”, sostiene Céspedes.

Menores sin vacunas

La otra cara es la de la población estudiantil, que está bastante lejos de tener un avance importante en cuanto a inmunización. De hecho, la vacunación de menores de edad aún no ha sido iniciada oficialmente por el Gobierno. No obstante, de acuerdo al portal Reunis del Minsa, hasta el momento 7.328 niños y adolescentes, de entre 11 y 16 años, han recibido las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19.

Es difícil pensar todavía en el regreso a la presencialidad cuando tienes tantos chicos y chicas sin vacunarse contra el virus. Pero los profesores son testigos de que quizá son los alumnos quienes están con más ganas de retornar. Una encuesta de Datum, de agosto de este año, confirmó además que los padres de familia comparten esa especie de impaciencia. El 69% de papás encuestados respondió que estaba de acuerdo con que sus hijos regresen al colegio”, remarca Gamberini.

A pesar de la expectativa, el tramo es aún extenso. Los menores de edad que han recibido la vacuna fueron inmunizados a raíz de su pertenencia a ciertos grupos de riesgo, y en otros casos debido a la iniciativa de algunas regiones —como Tacna y Cusco— de acelerar el avance en grupos etarios rezagados.

Frente a dicha situación, el pasado miércoles 29 de setiembre, el viceministro de Salud Pública, Gustavo Rosell, sostuvo que la vacunación de adolescentes entre 12 y 16 años comenzaría oficialmente en noviembre. De ese modo, se espera que se intensifique la inoculación del suero a una parte de la población que, si bien no fue prevista al inicio, también necesita estar protegida.

Hasta hoy, la vacunación de este grupo etario avanzó a trompicones. Fue a mediados de agosto que empezó a despegar la aplicación de la vacuna contra la COVID-19 a menores de edad. Un mes después, el 18 de setiembre, se alcanzan los 5.000 menores vacunados con dos dosis. Un ritmo pausado que debería cambiar radicalmente el próximo mes, como indicó Rosell.

“Los países que ya vacunan a menores de edad son los que mejor preparados están para un retorno a la educación presencial. Prever la integridad del estudiante es fundamental en este proceso. Por eso, yo creo que el plan semipresencial del Gobierno solo va a estar completo cuando empiecen a vacunar niños y adolescentes en edad escolar”, resalta Céspedes.

Un regreso sin precedentes

Desde el altavoz del teléfono, la voz de Alba Rojas se pierde un momento. Luego reaparece, más emotiva que antes, para narrar una de las rutinas que abandonó debido a la pandemia. Rojas, docente en un colegio de San Juan de Lurigancho, solía caminar entre las filas de carpetas ocupadas por sus estudiantes al término de cada semana. Y en cada una dejaba dos trozos de papel. Uno en blanco y el otro con una frase especial para su alumno o alumna.

“He sido tutora de chicos de secundaria ya por más de 10 años. Todo ese tiempo tuve esa costumbre: pasar al lado de mis chicos y dejar con cada uno un trozo de papel para que escriban una meta personal, por más chiquita que sea. El otro papelito lo llenaba yo personalmente, para hacerles saber que estaban haciendo lo mejor que podían”, recuerda la docente.

A sus 42 años, Rojas resalta la diferencia que encuentra entre el contacto con el estudiante en el aula y la educación a distancia. “Así es. Todo maestro tiene sus rituales con sus estudiantes. Y muchos de ellos no se pueden seguir dando de manera remota”, afirma.

Para el psiquiatra Carlos Bromley, el alejamiento prolongado de las aulas marca un hecho sin precedentes para los maestros en actividad de hoy en día. “Nunca se ha dado una separación que dure tanto entre estudiantes y docentes, así que esto es algo completamente nuevo. No solo el encuentro virtual, sino también el reencuentro será algo totalmente nuevo. Una nueva interacción que pondrá a prueba la capacidad de readaptación de ambas partes”, advierte.