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Del Congreso que votamos al Congreso que tenemos: renuncias, expulsiones, cambios y nuevas bancadas en el primer año del Legislativo

En el primer año del Legislativo hubo 37 renuncias y se crearon 4 nuevas bancadas. Perú Libre fue la organización política que más se fraccionó en estos primeros 12 meses. De los 37 congresistas con que inició su gestión, 21 se alejaron para formar sus propias bancadas o incorporarse a otras como Podemos Perú. Fuerza Popular es la única que ha mantenido su estructura y pasó a ser, de entre las minorías, la mayor fuerza parlamentaria.

 

Por: Diego Alva
Publicado el 06 de agosto de 2022

El 23 de julio de 2021, el congresista Héctor Valer oficializaba su renuncia a la bancada de Renovación Popular, luego de que semanas atrás Rafael López Aliaga diera por “concluida la invitación” que le hizo para participar en las elecciones generales. Apenas habían pasado 44 días desde que el Jurado Nacional de Elecciones entregó las credenciales a los parlamentarios electos, pero en el Legislativo ya arrancaba el conteo de renuncias que marcarían el primer año de gestión.

Dos días antes de la instalación de la Mesa Directiva ocurriría el segundo movimiento. La bancada de Somos Perú se unía a los congresistas no agrupados que ingresaron por el Partido Morado, formando una coalición de nueve integrantes. Sin embargo, esta sinergia duraría apenas cuatro meses. Susel Paredes, Flor Pablo y Edward Málaga argumentaron que su alejamiento se daba para conformar una bancada más cercana a su “pensamiento y líneas de acción”.

Estos dos casos solo fueron el inicio de una gestión en el Parlamento que se distinguiría —entre otras cosas— por la fragmentación, renuncias y cambios alrededor de las bancadas. En estos primeros doce meses se han contabilizado 28 incidencias que significaron una reorganización en la estructura del Legislativo, siendo julio del 2022 el mes de más movimiento con cinco renuncias.

Un Congreso volátil y fragmentado

Pero, ¿a qué se debe esta imposibilidad de algunos partidos políticos para mantener la estructura con la que fueron elegidos en las urnas? El politólogo Alonso Cárdenas explica que no se trata de un fenómeno nuevo, sino una postura que viene arrastrándose de décadas anteriores y que se acentuó desde los 2000.
 
“A partir de que se recupera la democracia en el año 2000 —con la huida de Alberto Fujimori y la asunción de Valentín Paniagua— hasta la fecha; el transfuguismo, la debilidad de los partidos, su precariedad y el poco respeto que se tiene hacia la ideología se han ido acentuando y agravando con el pasar de los tiempos”, señala a La República.
 
Cárdenas agrega que la principal razón de este fenómeno se debe a que el sistema de partidos en el Perú es “prácticamente inexistente” y que en el imaginario colectivo lo que prima son “vientres de alquiler y partidos combis”.
 
La analista política Katherine Zegarra coincide en que este fraccionamiento era previsible debido a que los congresistas no tienen ningún vínculo ideológico con los partidos que postularon y que muchos consideran que por el voto preferencial su elección es una prerrogativa que ellos mismos se han ganado.
 
“Sucede también que los líderes de los partidos son incapaces —en su mayoría— de mantener un partido cohesionado y eso se debe a que muchas veces se llama a postular a personas que no necesariamente tienen una vida partidaria, sino que tienen cierto capital político que les permite ganar votos. De esta forma ganan votos, pero ingresan políticos que no están comprometidos”, añade.
 
Los números coinciden con este análisis. En este primer año, el Parlamento pasó de conformarse en 9 a tener 13 bancadas; incrementándose también el número de congresistas que entran en la lista de no agrupados.
 

 

Renuncias y transfuguismo como las banderas del Congreso

Asimismo, un factor importante es que a la fecha se han registrado 37 renuncias. La mayoría de estas dimisiones ocurrieron en Perú Libre, que inició como la mayor fuerza del Congreso, pero ahora son superados por Fuerza Popular. Fueron en total 21 legisladores los que decidieron retirarse del partido del lápiz. Casi la totalidad tomó esta decisión para conformar su propio bloque parlamentario.
 
Le sigue Renovación Popular, que registra 5 renuncias. Cuatro de ellas ocurrieron a solo dos semanas de que se iniciará la primera legislatura del 2021. La última se debió a la elección de la nueva Mesa Directiva, que también sirvió como detonante para el fraccionamiento en otras bancadas.
 
Precisamente, Alianza para el Progreso no fue ajeno a este fenómeno. Dos de sus congresistas se retiraron al no ser considerados para postular a la presidencia del Congreso. Lo anecdótico es que una de estas salidas fue de Héctor Acuña, hermano del fundador del partido APP César Acuña.
 
La situación de Fuerza Popular difiere notoriamente de las otras agrupaciones, siendo la única que mantiene la estructura con la que fue elegida en los comicios de 2021. Para Katherine Zegarra el partido naranja es un caso atípico en nuestro país ya que mantiene a sus integrantes “cohesionados y disciplinados”.
 
“Fuerza Popular —y el Apra en su momento— se presentó como un caso extraño que se acercaba a un prototipo de partido político, porque tienen una ideología, una líder reconocible y también construyen militancia [...] más allá de los desacuerdos o acuerdos que uno pueda tener con esta agrupación, es un partido que mantiene su institucionalidad, en comparación con Perú Libre”, señala la especialista.
 

 

Los rostros más visibles de la volatilidad en el Congreso

La volatilidad de los parlamentarios para moverse de una bancada a otra se puede representar en el papel desempeñado por los congresistas Héctor Valer, Héctor Acuña y Carlos Zeballos. Ellos han pasado por tres bancadas distintas en lo que va de la gestión; dándose en algunos casos cambios a grupos notoriamente distintos ideológicamente uno del otro.
 
Valer ingresó al Parlamento con Renovación Popular —instando en campaña presidencial a “no votar por el comunismo”—, pero renunció a esta agrupación luego de que Rafael López Aliaga anunciara su separación. Tras ello, se unió a la coalición de centro integrada por Somos Perú y el Partido Morado.
 
Sin embargo, seis meses después dejaría Somos Perú para integrar la nueva bancada de Perú Democrático, con los congresistas de izquierda Roberto Kamiche, Guillermo Bermejo, Hamlet Echevarría y, otro favorito de las renuncias, Carlos Zeballos. Este bloque inclusive tiene como consigna la conformación de la asamblea constituyente.
 
Para la analista Katherine Zegarra el caso de Héctor Valer es una muestra de cómo los grupos parlamentarios son vistos por los congresistas como vehículos para “no perder la capacidad de lograr posiciones” que consideran beneficiosas. “Las bancadas se vuelven una cuestión utilitaria para alcanzar puestos en comisiones o lograr metas que no pueden obtener de manera individual”, agrega.

¿Qué representatividad puede tener este Congreso?

Los sondeos denotan un descontento de la ciudadanía hacía el Poder Legislativo. En la última encuesta de IEP para La República (junio 2022) el 85% de los consultados desaprueba el desempeño del Congreso de la República. Considerando los cambios que han tenido las bancadas con relación a los resultados en las elecciones generales de 2021, salta la pregunta de si este Parlamento puede continuar siendo representativo del elegido democráticamente.
 
“Los últimos 20 años venimos arrastrando este problema de la poquísima representatividad y legitimidad de unos partidos que son totalmente efímeros. Eso lo vemos a nivel nacional, pero si nos vamos al universo subnacional, el problema se agrava muchísimo con los movimientos regionales”, explica Alonso Cárdenas.
 
Añade que la fragmentación es una tendencia que va a continuar en el Legislativo y que parte de un problema de fondo que es el sistema de partidos en nuestro país. “No representan a nadie, no tienen un programa de partido y no respetan el plan de gobierno sobre el cual fueron electos. Por eso la ciudadanía los desaprueba”, concluye.
 
En un análisis similar, Zegarra enfatiza que esta situación de transfuguismos y renuncias no hacen más que afectar seriamente la representación del Congreso y la condición de los ciudadanos de sentirse identificados con este poder del Estado.
 
“Cuando los congresistas generan nuevos grupos legislativos la ciudadanía no tiene conocimiento sobre que representarán esas nuevas bancadas, en especial porque se unen personas que no necesariamente coinciden en un vínculo ideológico, ni programático, sino básicamente utilitario. Los que se ven más afectados son las y los ciudadanos, ya que han dejado de tener representación y no tienen conocimiento sobre cuáles son sus ideales o cuál va a ser su programa”, indica.
 

Al cierre de este informe, según la web del Congreso se registran 13 bancadas y cuatro congresistas como no agrupados. Sin embargo, aún figuran Enrique Wong y Esdras Medina como parlamentarios de Podemos Perú y Renovación Popular, respectivamente, a pesar de que ambos informaron que renunciaron a sus agrupaciones.