Por: Gloria Purizaca
Publicado el 15 de mayo de 2023
El fallecimiento de 27 trabajadores en la mina Yanaquihua en Arequipa por intoxicación por monóxido de carbono tras un incendio en un socavón, el último sábado 6 de mayo, ha puesto sobre la mesa una problemática de la que no se suele hablar: las muertes en los centros de trabajo.
Entre los años 2012 y 2022 se han registrado 2.153 muertes de trabajadores en sus centros de labores, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo en el Portal de Datos Abiertos.
Justamente, el sector que más muertes registra es la explotación de minas y canteras, con 405 muertes (18,81% del total de rubros del país) en los últimos 10 años. Le siguen la industria manufacturera con 290 y construcción con 268. En detalle, quienes más fallecen en las minas son obreros (154) y operarios (92), lo que representa el 60,74% del total de decesos en este trabajo. Un panorama similar ocurre para los otros dos tipos de labores.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala en su informe Seguridad y Salud en el Trabajo que sectores importantes para las economías de la región latinoamericana, como minería, construcción, agricultura y pesca, figuran entre aquellos en los cuales se produce la mayor incidencia de accidentes.
Tanto en la explotación de minas y canteras, como en la industria manufacturera, las muertes se dan principalmente por “otras formas” y, en segundo lugar, por aprisionamiento o atrapamiento. En el caso de construcción, la segunda causa de fallecimiento es la caída de personal de altura.
De acuerdo a Sara Rosa Campos Torres, magíster en Relaciones Laborales por la Pontificia Universidad Católica del Perú, el crecimiento de la cifra de muertes en los últimos años se ha dado por la falta de cumplimiento de las normas por parte de las empresas, ya sean privadas o estatales.
En materia de prevención de accidentes en el trabajo y enfermedades ocupacionales existe la Ley 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, junto al reglamento n.º 005-2012-TR. Sumado a ello, todas las empresas que realizan actividades de riesgo deben contratar un seguro complementario de trabajo de riesgo, lo cual es regulado por el Decreto Supremo 103-98 SA, según señala Campos Torres.
“Las empresas han priorizado pagos de beneficios sociales como CTS, versus el tema de seguridad y salud, que ha quedado de lado y donde no se ha invertido en temas de contratación de tipos de protección personal ni charlas de inducción de los riesgos del trabajo ni para prevenir accidentes”, explica. Ello deriva en que se registren una mayor ocurrencia de accidentes de trabajo.
Solo en 2022 fallecieron 356 personas en su centro de trabajo, la cifra más alta en los últimos 10 años. De ese total, 146 fueron por accidentes que no pudieron clasificarse por falta de datos, es decir, no se sabe específicamente qué fue lo que mató a casi la mitad de los trabajadores durante su jornada laboral. De aquellos que sí están clasificados, 65 ocurrieron por caída de objetos, 48 por caídas de personas y 28 por pisadas sobre, choques contra o golpes por objetos (a excepción de caídas de objetos).
Por otro lado, la región con más muertes durante el trabajo del 2002 al 2012 es Lima con 1.106 fallecidos, a la que le siguen Arequipa con 186 y La Libertad con 137. La capital también es la que más muertos consigna (206) en el sector minero, a la que le siguen La Libertad (39) y Arequipa (28).
La industria manufacturera dejó más muertos en Lima (168), Callao (28) y La Libertad (21). En tanto, en construcción, Lima sigue liderando las regiones con más muertes (120), además de Cajamarca (17) y Junín (16).
La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) tiene la labor de fiscalizar a las empresas para prevenir percances que terminen en tragedias como la ocurrida en Arequipa con los mineros fallecidos. Sin embargo, la abogada laboralista enfatiza en que el personal con el que cuenta no se da abasto para cubrir todo el territorio peruano, así como para mantener el número de inspecciones y contratar a especialistas para cada sector laboral.
Como indica la OIT, los accidentes de trabajo representan 1.1 millón de muertos [a nivel mundial], convirtiéndose así en la segunda causa de muerte a nivel mundial, lo que excede el promedio anual de decesos causados por los accidentes de tránsito (999.000), las guerras (502.000), la violencia (563.000). Ello debe ser causa de reflexión, preocupación y decisiones que involucran una mejor gestión desde el ámbito organizacional, pues el mismo organismo advirtió que, de no tomar medidas preventivas, pueden registrarse más muertes por accidentes en el trabajo en los siguientes años.
La Unidad LR Data contactó con la Sunafil para poder conocer las acciones que realizan para prevenir las muertes de personas en sus centros de trabajo, pero al cierre de este texto no dieron respuesta.
Finalmente, Campos enfatiza en la necesidad de que las empresas inviertan en la prevención de accidentes, pues, si bien hay trabajos que implican un riesgo alto para la vida de los trabajadores, los accidentes pueden evitarse siguiendo la normativa existente.