La vacunación es esencial en la salud y el bienestar de los seres humanos. Y hoy, el mundo científico persigue el afán de obtener un antídoto contra el SARS-CoV-2, virus que provoca la COVID-19 y que ha provocado más de 830.000 muertos en el mundo y, en poco más de siete meses desde que inició la pandemia, más de 24 millones de infectados.
La estructura del SARS-CoV-2
Así es la proteína S.
Camufla el ADN ante el sistema inmunológico.
Ayuda a infectar a otras células.
Material genético del virus. Ayuda a infectar a otras células.
Es el envoltorio del material genético.
Perú es uno de los países que se ha integrado a la búsqueda de una vacuna. El Instituto Nacional de Salud (INS) autorizó los ensayos clínicos de la candidata a vacuna contra la COVID-19 del laboratorio chino Sinopharm.
Esta investigación será responsabilidad de la Universidad Peruana Cayetano Heredia en conjunto con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y genera expectativas en la comunidad científica, en especial debido a cómo es su funcionamiento una vez aplicada.
Vacunas de virus completo
El ANR del virus se destruye con caloradiación o tratamiento químico
Después de ser inyectado en el cuerpo, el virus muerto es reconocido por el sistema inmune.
El virus activa el sistema inmunológico: los glóbulos blancos detectan al virus como amenaza.
Los anticuerpos atacan a las proteínas del virus. Se enganchan a ellas y las desactivan.
Pero Sinopharm no sería el único laboratorio que realice sus ensayos clínicos en suelo nacional. El 24 de agosto, Cancillería anunció que Johnson & Johnson y su grupo farmacéutico también practicarán la fase 3 de su candidata a vacuna contra el nuevo coronavirus.
La empresa está acabando su segunda etapa en EE. UU.y Bélgica y proyecta tener estos resultados en septiembre para comenzar a reclutar en todo el mundo un total de 60 mil voluntarios de entre 18 y 60 años. Sin embargo, el INS aún no ha formalizado la autorización, por lo que no se sabe qué laboratorio peruano ejecutará el estudio.
Vacunas de vectores virales
Se toman genes de la proteína S, se forma un virus más débil y se introduce en el cuerpo.
Igual que en las vacunas de ADN, los genes de las proteínas S se convierten en ARN mensajero.
El ARN mensajero genera proteínas S que van saliendo de la célula huésped.
Al salir, los glóbulos blancos detectan los elementos hostiles y generan anticuerpos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las 168 investigaciones de un antídoto contra la COVID-19, menos de diez han entrado en fase 3 de ensayos clínicos con miles de personas en varios países.
En la región, las farmacéuticas internacionales realizarán pruebas en Brasil, Argentina y Perú. Se espera que en seis meses puedan estar los primeros resultados de validación. Luego, a inicios de 2021, llegaría la producción y masiva vacunación.