Bases de datos: Las bases de datos de educación básica y educación superior se armaron con los archivos liberados de la ENAHO de los cuatro trimestres de 2018, 2019 y 2020, los cuales se pueden encontrar en esta web. Las visualizaciones se trabajaron con las respuestas de personas menores de 25 años debido a que según el módulo de Educación de la ENAHO es la edad promedio en la cual se espera que la población haya concluido su capacitación educativa (inicial, primaria, secundaria y/o superior).
Números totales: Se utilizó el factor de expansión que considera las estimaciones en base al Censo 2007 para calcular la cantidad aproximada de población mayor de 3 años afectada por cada variable analizada como edad, sexo, lengua materna, nivel educativo, centro educativo (estatal o no estatal), entre otras. Se prefirió el uso de porcentaje en la mayoria de visualizaciones para mostrar tendencias en lugar de números fijos de personas.
Sin embargo, el factor de expansión tiene limitaciones. En algunas situaciones puede crear una falsa representatividad y alterar el número total afectado. Es decir, si las características de 1 persona dan un peso de 500 en el factor, su respuesta afectaría a esas 500 personas y en consecuencia, al porcentaje que representa, pero tambień podría tratarse de un caso particular que no debe ser ponderado. Un ejemplo de ello se puede observar en la cantidad de personas que aun no saben leer ni escribir o en la visualización de burbujas con respecto a los no matriculados por lengua materna. Se destaca la tendencia en lugar de los totales o porcentajes exactos.
Deserción: En la encuesta existe una pregunta con código P303 para conocer si la persona estuvo matriculada el año pasado en algún centro de educación básica o superior, lo cual permitiría conocer de manera más efectiva la diferencia de personas que se han retirado el año 2020 a causa de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia. Sin embargo, en el segundo trimestre de 2020, debido al confinamiento, se aplicó un cuestionario reducido donde no figuraba esta pregunta y fue retomada en el tercer trimestre solo en 8 regiones (Lima Metropolitana, Callao, Lambayeque, Loreto, Piura, San Martín, Tumbes, Ucayali.)
Redondeo: Se puede notar que no todos los porcentajes suman exactamente el 100% del total, esto debido a que las divisiones están redondeadas a los dos decimales más cercanos.
Fecha de publicación: 07/03/2021
Última actualización: 05/01/2022
En épocas de lluvia, Margarita Távara debía trasladarse en balsas para llegar al centro educativo en el que enseñaba de manera presencial antes de la pandemia. Pese a que estaba considerado dentro de la zona urbana de Chulucanas (Piura), el acceso no era sencillo ni para ella ni para las y los estudiantes. Las clases a distancia evitaron el trayecto, pero revelaron aún más desigualdades: los niños no tenían el dinero suficiente para datos móviles y la falta de empoderamiento de los tutores hizo que muchos dejaran de conectarse por varias semanas o, en el peor de los casos, abandonen el colegio por completo.
A través de un análisis descriptivo hasta el cuarto trimestre del módulo de Educación de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se halló que de los más de 8 millones de estudiantes de educación básica en el país, al menos 570.000 menores de 25 años no se matricularon durante el cuarto trimestre del 2020, la mayoría pertenecientes a secundaria. Y la cantidad de jóvenes que han accedido a educación superior ha sido poco más de 1 millón 700 mil. De estos, quienes no han culminado al menos una carrera y no se matricularon durante el año 2020 son más de 600 mil.
“¿Cuál será el daño a mediano o largo plazo cuando estos estudiantes (que han abandonado las clases) lleguen a la edad adulta? ¿Cuán productivos serán? ¿Cuál será el impacto en sus habilidades como ciudadanos y ciudadanas?”, cuestiona Santiago Cueto, investigador principal de GRADE, quien advierte en este análisis las consecuencias de que no se tomen medidas más eficaces para evitar que la brecha educativa se acreciente.
El siguiente informe es una radiografía de la situación educativa en el país. Así, se explican los principales factores que inciden en el abandono escolar y el bajo porcentaje de estudiantes que continúan en educación superior, así como el impacto por zona geográfica, lengua materna, nivel socioeconómico, discapacidad, etc. La división por preguntas busca hacer accesible esta información a la ciudadanía y profesionales interesados en identificar variables significativas que permitan invertir esfuerzos para cerrar la brecha educativa del país y reivindicar el derecho a la educación con igualdad de oportunidades.
La encuesta analizada revela que la gran mayoría de personas que se consideran como “Esposo(a) o compañero(a)” son mujeres. Un dato que refuerza cómo la división de las labores del hogar continúa asignada a la mujer. La información de “jefe o jefa” del hogar sí mantiene cierta proporcionalidad.
Pero en ambos perfiles se observa que, en relación a la prioridad de sus responsabilidades, la mayoría de jóvenes responsables del hogar no acceden a educación superior. Particularmente en familias atrapadas por bajos niveles de ingresos, esta situación tiene impactos en las oportunidades laborales a las que acceden y el salario que reciben. El INEI calcula que, del total de jóvenes de 18 a 24 años, el 80% trabaja en el sector informal. [1]
Si bien el Estado tiene programas de apoyo a familias en extrema pobreza (como Juntos), sus resultados al 2017 indicaron que “la reducción de la deserción escolar es positivo y significativo para varones de 15 a 16 años, pero nulo para mujeres de la misma edad”. [2] El embarazo adolescente y la paternidad irresponsable son factores que explican el índice de mujeres que responden que son esposas (38.63%) o cabezas del hogar (12.74%) antes de terminar la educación básica.
En la educación superior hay un porcentaje ligeramente mayor de mujeres matriculadas. Santiago Cueto afirma que, si bien es cierto que históricamente los hombres han tenido mayor probabilidad de acceso a la educación y esta ha sido mayoritariamente machista, en los próximos años continuará la tendencia de aumento de mujeres en educación superior. Sin embargo, el sesgo de género que aún es preocupante es de los tipos de carrera que estudian.
La evolución de la matrícula de estudiantes menores de 25 años según el último nivel que aprobaron muestra cómo la cantidad de alumnos no matriculados va aumentando a medida que pasan los trimestres. Durante el tercer trimestre estuvieron matriculados más de 8.000.000 de estudiantes mientras que los no matriculados en educación básica en el Perú superaron los 579.000 estudiantes. Más del 70% de los estudiantes no matriculados corresponden el nivel secundario.
Gerson Ames, reconocido docente de Huancavelica que recorre diversos colegios para enseñar a usar la plataforma ‘Aprendo en casa’, considera que esta ha sido una iniciativa que provee bastante material y se ha implementado rápidamente pero que el factor económico ha sido clave en el abandono de estudios por parte de estudiantes de secundaria. “Ahora en remoto, desde la mañana buscan oficios y no se concentran. A muchos de ellos se los han llevado a sus pueblos. El núcleo familiar disfuncional no genera un ambiente adecuado para el estudio a distancia”, relata.
Con el paso a la secundaria, a partir de los 12 años la tasa de no matriculados comienza a aumentar considerablemente. Un factor a considerar es la falta de instituciones educativas integradas. “En Perú tenemos tres o cuatro veces más centros educativos en primaria que en secundaria. Hay muy pocas integradas, las y los estudiantes tienen que buscar cupo de matrícula en otras instituciones al entrar a secundaria”, explica Cueto. Además, a partir de esta edad, a la falta de dinero e incentivos para fomentar interés hacia los estudios se suma la mayor vinculación con personas que buscan un trabajo remunerado, aunque precario, para atenuar la presión económica familiar a corto plazo. [3]
Sin embargo, esto no sería concluyente si el Estado incrementara los esfuerzos en la Educación Básica Alternativa (EBA) para estudiantes mayores de 15 años. En este sentido, Cueto hace hincapié en lo abandonado que está este tipo de educación y lo difícil que es entonces que estos estudiantes culminen el colegio.
Por otro lado, la relación entre lengua materna y último nivel educativo alcanzado es particularmente importante debido a que tener una lengua materna distinta al castellano o ser una persona con habilidades diferentes aumenta el riesgo de abandono escolar por la poca inversión que se ha realizado en las escuelas que atienden a dichos ciudadanos.
En el año 2017, un estudio de GRADE reveló que la zona de residencia implica una posición de desventaja para las poblaciones rurales. En el nivel secundario, la culminación de los estudios básicos en la población rural con lengua materna diferente al castellano solo es una realidad para dos de cada tres jóvenes. [4] "Cuando la desigualdad por lengua materna indígena, ruralidad y pobreza se juntan es como una bomba atómica para la persona que lo vive, están muy asociados con el logro educativo. Es uno de los grandes retos a superar." afirma el investigador Cueto.
Básica especial
Educación inicial
Primaria completa
Primaria incompleta
Secundaria incompleta
Durante el tercer trimestre de 2020, la Enaho preguntó a estudiantes de nivel básico especial, educación inicial y primaria incompleta de 8 regiones (Lima Metropolitana, Callao, Lambayeque, Loreto, Piura, San Martín, Tumbes y Ucayali) si sabían leer y escribir. Quienes respondieron que no saben leer ni escribir pertenecen principalmente a pueblos indígenas amazónicos por lo que es necesario que se intensifiquen las políticas públicas de retención escolar en estos estudiantes.
“Es difícil seguir con el programa de lectoescritura con niños de esas edades a través de las clases online, debido a que los padres tampoco leen o no tienen el tiempo necesario para guiarlos”, comenta, por su parte, el docente Ames, quien considera que se debe priorizar la vacunación para menores de primero y segundo grado de primaria.
La recesión económica y la cantidad de empleos perdidos ha impactado también en el promedio de alumnos que continuaron estudiando en un centro no estatal durante el 2020, ya que, durante el tercer trimestre, se ha reducido de una tendencia hacia el 20% del total de matriculados en 2018 y 2019 al 15% en 2020. Lo cual indica que la cantidad de alumnos que han dejado de estudiar en el 2020 está relacionado a la cantidad de padres de familia no han podido continuar pagando las mensualidades de las entidades no estatales. Sin embargo, para el cuarto trimestre de 2020, esta cifra se reacomodó a niveles parecidos al de años anteriores (2018, 2019)
Además durante el cuarto trimestre, se mantuvo el promedio de alumnos matriculados que continuaron sus estudios básicos en un centro estatal, pero el promedio de personas que proviniendo de un centro no estatal, continuaron sus estudios en un centro estatal se duplicó.
En este análisis se determinó que las causas principales por las que los estudiantes no se matricularon este año tienen que ver con problemas económicos (presente en todas las edades), estar trabajando (presente a partir de los 14 años) y falta de interés (presente a partir de los 10 años)
Para la profesora Margarita Távara, la autonomía del estudiante es determinante para que opte por continuar o abandonar el colegio. "En Piura, por ejemplo, en octubre comienza la campaña de mango y muchos estudiantes son tentados de dejar el colegio para tomar la oportunidad", afirma. Mientras que en Huancavelica, el profesor Ames relaciona la falta de interés con el pesimismo en cuanto a las oportunidades que brindan los estudios. "Muchos jóvenes están desanimados debido a la corrupción que ven en el día a día, prefieren estudiar algo rápido que genere ingresos y buscar contactos que los posicione en algún trabajo”, explica.
Santiago Cueto concluye que la educación secundaria ha sido poco discutida en el Perú. "Hasta hace poco teníamos un modelo de educación técnica para que los estudiantes terminaran educación básica teniendo un oficio pero esto ahora prácticamente no existe. Existe una urgente necesidad de reformar la educación secundaria para adecuarnos a las necesidades de estos alumnos."
Adicionalmente a los alumnos no matriculados, un 3% (222,503) del total de matriculados no continuaron estudiando durante el cuarto trimestre. Pero, ¿a través de qué medios acceden al contenido de las clases a distancia el 97% restante?
En general, el medio más utilizado para acceder a las clases online es la TV pero aún existen lugares en los cuales es imposible conectarse. "En la zona altoandina no hay señal de internet y en muchos centros poblados para ver TV, hay que pagar cable porque no existen repetidores", cuenta la profesora Távara. Mientras que, a pesar de que el programa "Aprendo en casa" tiene módulos educativos que dependen del uso de internet, el acceso a clases diariamente mediante alguna plataforma web alcanza un poco más del 35% de estudiantes en el nivel secundario y 25% en el nivel primario.
La profesora Margarita Távara también explica que otro medio muy utilizado es la aplicación de mensajería Whatsapp, debido a que muchas empresas operadoras la incluyen dentro de sus paquetes de forma gratuita y a que la mayoría de alumnos no podían acceder a la plataforma del MINEDU por falta de megas. En su UGEL, las tablets fueron autorizadas para la zona rural recién en noviembre de 2020.
A continuación se muestra información sobre la brecha de acceso a los medios más usados para las clases a distancia por nivel educativo en cada departamento del país. Así, por ejemplo a nivel secundario en los departamentos de Puno, Cusco y Apurímac la mayoría de estudiantes acceden a clases utilizando la radio, mientras que en los departamentos de Lima, Ica, Moquegua, Arequipa y Tacna, se observa mayor incidencia del uso de plataformas virtuales o páginas web.
Por otro lado, en el mismo nivel, en Cajamarca, Amazonas, San Martín, Huancavelica, Ayacucho y Huánuco, la mayoría de estudiantes lo hacen a través de un medio diferente de la web, radio o TV. La categoría "Otro" hace referencia al uso de aplicaciones móviles como Whatsapp, correo electrónico o llamada telefónica.
Todos los factores previamente analizados sobre la educación básica en el Perú determinan quiénes finalmente pueden acceder a la educación superior. Durante el cuarto trimestre de 2020, se calculó que existen al menos 161000 menores de 25 años cuyo último nivel educativo aprobado es secundaria completa. De estos, el 81% no se ha matriculado en educación superior. Es decir que hasta el cuarto trimestre del 2020, solo 1 de cada 5 jóvenes logró acceder a los estudios superiores luego de terminar la educación básica.
De acuerdo a este análisis, el promedio de alumnos que terminaron la educación básica y continuaron estudiando se ha reducido en 6% de una tendencia hacia el 24% de matriculados durante el cuarto trimestre de los años 2018 y 2019 al 19% en el 2020. De estos, el 65% de estos lo ha hecho en educación superior universitaria y el 35% en superior no universitaria.
Si comparamos solamente a quienes tienen como último nivel aprobado la educación superior no universitaria incompleta y universitaria incompleta (1,396,693 aprox.), la cantidad de no matriculados es poco más del 42% en la superior no universitaria incompleta (174,938 aprox.) y poco más del 18% de estudiantes en la superior universitaria incompleta (181463 aprox.) Esta última cifra se ha reducido con respecto al tercer trimestre en donde alcanzaba el 20%. Estas cifras reafirman lo determinante que es la capacidad adquisitiva para acceder a la educación superior.
"Si en la educación básica la mayoría de los alumnos están en centros estatales, en educación superior están en centros no estatales, es decir, tienen que pagar. Allí hay un reto del rol del estado para asegurar educación gratuita también en educación superior”, confirma el investigador Santiago Cueto. De todas las personas que ya empezaron la educación superior y están matriculadas (1,070,155 aprox.), alrededor de un 7% (72,987 aprox.) del total no continuaron estudiando durante el cuarto trimestre. Cifra que se ha reducido considerablemente con respecto al tercer trimestre en donde representaba un 11%.
Por otro lado, la cantidad de personas que han empezado la educación superior pero no están matriculadas durante el cuarto trimestre ha aumentado en un 32% en educación superior no universitaria, mientras que las personas no matriculadas en educación superior universitaria ha aumentado en un 31% con respecto al mismo trimestre de 2019.
En el Perú existe un déficit de inversión estatal en centros de estudios superiores ya que la mayoría de personas han culminado sus estudios superiores en centros de estudios no estatales , sobretodo en la educación no universitaria, que casi duplica el porcentaje de egresados con respecto a los centros estatales.
“El estado no ha tenido capacidad de inversión en educación superior. Esto se ha convertido en un gran negocio para muchas entidades privadas de personas que, dejando de lado la calidad educativa, han hecho grandes fortunas. Como hay muchos intereses detrás, la Sunedu que busca balancear esta situación es muy criticada”, sentencia Cueto.
[1] Alcázar, L., Balarin, M., Glave, C. y Rodriguez, M.F (2018) Más allá de los nini: los jóvenes urbano-vulnerables en el Perú. Pág. 38.
[2] Monge, A., Seinfeld, J. y Campana Y. (2017) Evaluación de Impacto del programa JUNTOS - Resultados finales. Pág. 6.
[3] Cueto, S., Felipe C. y León J. (2020) Predictores de la deserción escolar en el Perú Pág. 2.
[4] Guadalupe, C., León, J., Rodríguez, J. y Vargas, S. (2017) Estado de la educación en el Perú. Análisis y perspectivas de la educación básica. Pág. 186.